Siempre haces todo lo posible para disminuir el consumo de potencia eléctrica en tu casa: compras electrodomésticos de clase energética A+++, cambias las bombillas viejas por unas de bajo consumo, aprovechas la luz natural y desconectas los equipos electrónicos cuando están cargados. Pero pese a todos tus esfuerzos por eliminar los “vampiros energéticos”, las facturas que te llegan siguen teniendo unas cifras desorbitadas. ¿Por qué ocurre esto? Una de las razones puede ser que hayas contratado una potencia eléctrica demasiado elevada para tus necesidades. ¿Qué puedes hacer en este caso? Desde Creditosi te damos algunos consejos.
¿Qué es la potencia eléctrica?
Empecemos con lo básico. ¿Qué se entiende por la potencia eléctrica contratada? Este término se refiere a la cantidad de kilovatios (kW) que tu circuito eléctrico puede recibir en un momento dado. En otras palabras, la potencia eléctrica contratada determina el número de electrodomésticos que puedes tener encendidos de manera simultánea sin que te salten los plomos.
¿Por qué es importante tener la potencia apropiada?
Bueno, la respuesta es simple. Cuanto más alta sea la potencia contratada, más altas serán las facturas que te llegan cada mes. Incluso si tu consumo de potencia es de 0 kW, deberás pagar la cuota fija de la opción escogida. Por este motivo, es bueno saber cuál es la potencia eléctrica recomendada para tu vivienda con el fin de evitar pagar unas facturas innecesariamente altas.
¿Qué potencia tengo contratada?
Si no sabes exactamente qué potencia de luz llega a tu casa, puedes averiguarlo echando un vistazo a una factura de potencia eléctrica. No te debería costar encontrar la expresión “potencia eléctrica contratada” y la cantidad de kilovatios. Las potencias más comunes son 2,3 kW, 3,4 kW, 4,6 kW y 5,75 kW (instalaciones monofásicas).
Potencia contratada: luz a medida
¿Pero cómo se puede saber si la potencia contratada es la apropiada? Si nunca te han saltado los plomos, a pesar de tener varios electrodomésticos encendidos, deberías tomarlo como un signo de que tu potencia puede ser demasiado elevada. Para que estés seguro, tienes que hacer unos cálculos basados en tu estilo de vida, el consumo energético de los equipos, el tamaño de tu hogar y el número de personas que lo habitan. Así sabrás si lo mejor es cambiar la potencia contratada o quedarte con la que ya tienes.
¿Cómo saber qué potencia contratar?
Ahí tienes varias opciones para escoger. Puedes llamar a un especialista que calcule tus demandas energéticas teniendo en cuenta el consumo de tus electrodomésticos y la resistencia de la red. Si no quieres pagar por la visita de un electricista, puedes usar una de las múltiples calculadoras que encontrarás por internet, ya que te ayudarán a determinar con precisión qué potencia eléctrica contratar. Puedes consultar también los datos de los monitores de consumo o contadores de luz inteligente. Otra opción que tienes es llevar a cabo cálculos manuales.
¿Cómo calcular a mano la potencia óptima?
Para obtenerla, necesitas calcular el factor de simultaneidad. Esta fórmula expresa el cociente entre la potencia máxima que puede soportar tu red eléctrica y la suma de las potencias de los equipos eléctricos que tienes en tu vivienda. A este valor hay que agregarle el factor de simultaneidad, que por lo general es de 0,2 o 0,3.
Veamos un ejemplo. Marco vive solo en un estudio de 40m2. Trabaja mucho y a menudo come fuera. Su hogar cuenta con un frigorífico pequeño (300 W), un microondas (1000 W), una lavadora (2000 W), una vitrocerámica (1500 W), un televisor (400 W) y una aspiradora (800 W). La suma de las potencias nominales de la vivienda de Marco es 6000 W. A este valor hay que agregarle el factor de simultaneidad 0,2, dado que Marco no pasa mucho tiempo en casa:
(6000W * 0,2)/1000 = 1,2 kW.
No hay que olvidarse de las bombillas, puesto que pueden consumir hasta 1 kW, entonces sumemos este margen a nuestro valor:
1,2kW + 1kW = 2,2 kW
De lo anterior se desprende que a Marco le basta con una potencia eléctrica mínima, es decir 2,3kW.
¿Qué potencia contratar? Luz y cambios
Si Marco tiene contratada una potencia eléctrica mayor de 2,3 kW, le conviene ajustarla a sus verdaderas necesidades. Ningún problema. Lo único que tiene que hacer es acudir a su distribuidora y abonar los derechos de enganche (9,04 € más IVA).
Más problemático es aumentar la potencia contratada. Si has decidido subir la potencia, tienes que prepararte para unos gastos que no solo incluyen los derechos de enganche, sino también los de extensión y acceso. Estos dependen del número de kilovatios de potencia que quieras aumentar. Si necesitas una subida de 2 kW, el coste total será de más o menos 80 €. ¡Ojo! Solo se puede cambiar la potencia contratada una vez al año.Si estás seguro de que necesitas aumentar la potencia, pero te faltan fondos para hacerlo, acude a Creditosi. Los préstamos rápidos te ayudarán a ajustar la potencia eléctrica a tus necesidades y de este modo no tendrás problemas con la luz nunca más.
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